jueves, 26 de noviembre de 2015

¿ Y ahora qué?

Muchos me han preguntado si ya tengo algo listo cuando llegue a Australia (donde llegar, en que trabajar, etc). Y la verdad y aunque me miren con cara de espanto, respondo con firmeza que NO, no tengo nada visto… Si he leído mucho, me he informado, he escuchado opiniones y recomendaciones de lugares, pero por mi experiencia puedo decir que es mucho más recomendable llegar a la ciudad, conocerla, recorrerla para luego tomar la decisión de donde es mejor arrendar un departamento compartido/pieza, ya que hacerlo por internet, al menos  a mí no me da confianza. Hay que analizar ubicaciones, servicios cercanos y por supuesto el presupuesto. 

Así que me voy en plan de llegar a Sídney, estar en un hostal los primeros días, recorrer la ciudad, hacer los trámites necesarios del banco como abrir una cuenta y solicitar el número de trabajar y por su puesto buscar trabajo. 

lunes, 2 de noviembre de 2015

El viaje como experiencia vivencial



Los viajes comprenden una gran cantidad de significados, hay viajes cortos, largos, de placer, de trabajo y sobre todo, los que marcan una vida entera. Estos viajes suelen implicar, el estar lejos de casa, el cambio de lo estable a lo inestable, de lo conocido a lo desconocido, implica además involucrase con lo desconocido y sobre todo aprender de eso, sacar un significado a lo vivido.

Siempre me he considerado una persona amante de los viajes, me motiva conocer diferentes lugares, y a mi corta edad he recorrido bastante, he vivido en dos países, y cada año, tengo en mente otro destino, de marzo a diciembre junto y ahorro para poder llevar a cabo esos sueños. El presente escrito habla acerca de una de esas enormes experiencias, y de la cual me siento afortunada de haber tenido la posibilidad de realizar.

Mi gran experiencia de viaje tuvo inicio el año 2013 y duró 5 meses. En enero partí rumbo a Madrid, España con el objetivo de estar un semestre de intercambio en dicho país. La emoción por llegar al viejo continente, conocer todo aquello que por tantos años había visto tan solo por medio de películas o imágenes era como un sueño hecho realidad, una gran ansiedad se apoderaba de mí y sobre todo un miedo se escondía tras eso, el miedo de sentirse sola al otro lado del mundo y con la responsabilidad de que todo estaba en mis manos, ser autovalente y no tener ninguno otro respaldo aparte de mí, eran mis principales pensamientos, ya no podía retroceder de mi decisión, solo quedaba vivirla.

Claramente los primeros días fueron lleno de novedades y cosas por hacer, conocer, todo tan nuevo tan diferente, y es así como de a poco comienzan a aparecer las dificultades, de la adaptación a nuevo sistema de vida, un nuevo trato con las personas, ya que hay formas diferentes de ser en cada país. Por suerte tuve una amiga Chilena quien apareció mágicamente en mi vida y colaboró conmigo bastante durante ese periodo ya que me dio las instrucciones y consejos necesarios para hacer las cosas básica, como comprar, aprender a usar y hasta a caminar por el metro, todo eso era nuevo y diferente, todo lo que abarcaba estar en España fue una adaptación para mí, un nuevo aprendizaje.

Estar de intercambio no es solo ir a otro país a tener clases, a ir a otro país a aprender como si vive ahí, conocer a otras personas de diferentes países, compartir con ellos e intercambiar las experiencias de vida del país de origen, es como abrir la mente a otra realidad y costumbres, es conocer un mundo nuevo y fascinante, donde todo lo que ves y escuchas parece que no existiera, todo es novedoso. Mi viaje tuvo de todo, hubieron periodos de sentir mucha soledad y tristeza, me sentía muy lejos y las clases no me gustaron, casi nadie te tomaba en cuenta, los compañeros conversaban entre ellos y yo me sentía como un fantasma, a modo personal siento que esa fue mi mayor dificultad, el hecho de haber sido incapaz de haberme adaptado al sistema educativo español, no obstante y por suerte no todo era eso, en la universidad conocí muchas personas en la misma situación que yo, así que ahí comenzaron a formarse los primeros grupos de amigos, las salidas y por supuesto las planificaciones de viaje, conocí gran parte de España, de norte a sur, sus contrastes, y su diversidad cultural.

Sin embargo mi mayor experiencia debido a que fue un reto personal, fue viajar por Europa 15 días, el viaje estaba planificado hace ya varios meses una amiga de Guatemala y habíamos acordado que nuestra últimas semanas en España iríamos de viaje, pero 4 días antes de partir, ella tuvo un problema y me dice que lamenta mucho y que no podrá ir conmigo, en ese momento no sabía qué hacer, me daba mucho miedo viajar sola, jamás había estado tantos días viajando sola y recorriendo lugares, y el inglés tampoco es mi fuerte, tenía miedo de que me pasara algo, se me perdieran las cosas, o que me robaran, en fin… no tenía muchos días para pensar la decisión, así que partí a comprar mi pase en tren (Eurorail), tomé mí mochila y emprendí viaje por Europa, 15 días recorriendo, Francia, Alemania, Suiza, Austria, República Checa, Holanda, y por ultimo Bélgica, fue toda una aventura, por suerte no tuve ningún inconveniente grave. Fue una experiencia maravillosa, llena de conocimientos, el miedo no me derroto y si bien los primeros días estaba arrepentida y ya no quería viajar más sola, actualmente me siento orgullosa de mi de haberme atrevido, porque considero que fui valiente, y es algo que lo volvería a hacer una y mil veces más, y quien tenga la oportunidad de hacerlo no debe dejar que el miedo a lo desconocido les gane.

El estar fuera del país siempre será una experiencia enriquecedora sobre todo para el alma, es en esos momentos de lejanía donde las relaciones se afiatan ,los que eran amigos de la vida se vuelven más amigos aun, se siente el apoyo de la familia y la preocupación y expectación que tienen por conocer contigo, también se conoce gente maravillosa, que a pesar del poco tiempo que uno vive y comparte con ellos, el lazo que se crea es poderoso y suelen ser amistades que en mi caso han perdurado , ya que se viven experiencias que jamás se olvidan, uno termina siendo familia de ellos y ellos terminan siendo parte de tu familia. 


Mi intercambio fue abrirme una puerta al mundo, fue vivir y sobrevivir. Fue aprender a valerme por mi misma y hacerme responsable totalmente de mis actos, todas la decisiones pasaban por mí, no había nadie para ir a rescatarme. Son decisiones que cambian la vida y la manera de ver las cosas, y a quienes tengan la posibilidad de hacerlo, pero sus temores se apoderan de ellos, no puedo más que decirles, que se atrevan, que jamás se arrepentirán de haber vivido algo tan hermoso, como vivir en otra parte y con otras personas.

Ya han pasado casi 3 años de aquella experiencia... y a pesar que el tiempo nos aleja, el recuerdo se mantiene permanente.